Como dice la canción: "Algo se muere en el alma cuando un amigo se va....". Lo que ocurre es que le decimos hasta luego, pues nuestro colega Philipe y amigo se marchó a su ciudad para continuar con sus tareas en el despacho de Hephata.
Querido amigo Philip tenemos que agradecerte sinceramente y con todo el cariño del mundo tu entrega en este tipo de encuentro con los jóvenes, el entusiasmo que pones y sobre todo la profesionalidad que deja huella allá por donde pasa. Y nos sorprendió en esta ocasión tocando el piano de una manera soberbia. ¡Felicidades¡.
¡Nos vemos pronto¡. Un abrazo personal y de todo el equipo de la Escuela Taller.
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